"Para Allá No Voy": La Ruta del Caos
- Daniel Cuauhtlicoatl
- 24 ene
- 2 Min. de lectura
"Cuando Mueves en Xalapa Se Siente Como un Favor y No un Derecho"

Ya es bien sabido que Moverse por Xalapa se ha convertido en una verdadera odisea a diario, la eterna pelea entre los taxistas de siempre y las nuevas aplicaciones de transporte como el ya conocido InDriver que no solo refleja una competencia desafiante, sino también las profundas fallas en cómo se gestiona el transporte en la ciudad. No es raro que tomar un taxi implique lidiar con tarifas que cambian según el humor del conductor, con respuestas desalentadoras o un simple “para allá no voy joven”, mientras que las aplicaciones, que prometían ser una alternativa más cómoda y accesible, ahora sorprenden con precios que parecen una burla.
Pero este problema va mucho más allá del dinero, es el resultado de una ciudad atrapada en su propio tráfico, con calles que parecen no dar abasto y una planeación urbana que deja mucho que desear. ¿Quién se encarga realmente de vigilar las tarifas de estas apps? ¿Quién protege a los pasajeros? La sensación es que el gobierno municipal prefiere mirar hacia otro lado. Los taxis siempre han operado bajo reglas poco estrictas, y ahora, con la llegada de estas plataformas digitales, la falta de regulación es aún más evidente.
La famosa frase "para allá no voy" de los taxistas dejó de ser chiste hace mucho, es el reflejo de un caos vial que desmotiva a los choferes a cubrir ciertas rutas, mientras que las apps castigan al usuario con tarifas estratégicas que suben sin control, a esto se suma el fallido intento de crear ciclovías, que lejos de mejorar la movilidad, solo complicó más las cosas.
Y luego está el tema de la seguridad. ¿Qué tan seguros son estos viajes en autos particulares? Las aplicaciones no siempre son rigurosas al seleccionar a sus conductores, y muchos taxistas carecen de la capacitación necesaria. ¿Qué está haciendo el municipio para garantizar la seguridad de los pasajeros? Hasta ahora, parece que nada esta concreto.
Es urgente reevaluar cómo nos movemos en Xalapa. La ciudad necesita reglas claras que aseguren una competencia justa, protejan a los usuarios y promuevan un transporte seguro y accesible para todos. No se trata de señalar a los taxistas como los villanos o de idealizar a las aplicaciones. Se trata de exigir a nuestras autoridades soluciones reales. Moverse por la ciudad no debería ser un lujo ni una pesadilla, sino un derecho respaldado por un municipio que realmente se preocupe por su gente.
Daniel C. Ramírez Cisneros
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