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"Panorama"

  • Foto del escritor: Capital Oculta
    Capital Oculta
  • 24 ene
  • 5 Min. de lectura

''El precio del progreso: Cómo la contaminación está destruyendo nuestro clima''



En las últimas cinco décadas, Xalapa ha experimentado importantes cambios climáticos y ambientales que han transformado su entorno y afectado significativamente la calidad de vida para sus habitantes. Aunque algunos de estos cambios pueden atribuirse al paso natural del tiempo, la mayoría son consecuencia directa de actividades humanas como la expansión desordenada de la ciudad, la deforestación, el crecimiento poblacional y la contaminación.


La capital veracruzana, se reconoce por su clima húmedo y lluvioso, con temperaturas moderadas gracias a su ubicación en una región montañosa rodeada por el bosque de niebla, se enfrenta ahora a retos que ponen en riesgo su equilibrio ecológico. Desde hace 50 años, las temperaturas han aumentado progresivamente, a este fenómeno se le conoce como “isla de calor urbana” este ocurre cuando las áreas verdes son reemplazadas por concreto y asfalto, lo que incrementa la retención de calor en las zonas urbanizadas. Muchos estudios realizados señalan que las temperaturas locales han subido hasta 2 °C en comparación con décadas anteriores, afectando a la población y alterando el ecosistema local. 


Por otro lado, las lluvias, aunque siguen siendo abundantes, han cambiado en su distribución y comportamiento. En la actualidad, es común enfrentar periodos de sequía más prolongados, seguidos de lluvias intensas que causan inundaciones. Estas alteraciones provocan que calles, avenidas, plazas y viviendas sufran el caos desenfrenado que este conlleva, dejando a muchas comunidades vulnerables ante desastres naturales. 


El crecimiento poblacional en la ciudad ha sido significativo en las últimas décadas. En 1970, la ciudad albergaba aproximadamente 200,000 habitantes, pero actualmente se estima que la población supera los 800,000. Este aumento ha llevado a una expansión urbana desordenada, con la construcción de fraccionamientos, plazas comerciales y asentamientos irregulares, muchos de ellos en zonas antes ocupadas por áreas verdes o bosques. La falta de planeación ha dado lugar a una ciudad cada vez más saturada, con menos espacios naturales para absorber el agua de lluvia o regular las temperaturas, y con todo esto muchos pobladores nos preguntamos ¿Qué depara el futuro de la ciudad de las flores?  


Uno de los cambios más alarmantes ha sido la drástica disminución del bosque de niebla, un ecosistema único que solía cubrir gran parte del territorio xalapeño. Según estudios, más del 99% de este bosque ha desaparecido debido a actividades como la agricultura, la ganadería y la urbanización. El bosque de niebla no solo es un importante regulador del clima y captador de agua, sino también un hábitat para especies en su lugar predeterminado. Su pérdida ha tenido un impacto importante en la biodiversidad y en la disponibilidad de agua para la región. 


La contaminación también ha jugado un papel muy relevante en el deterioro ambiental de Xalapa, la acumulación de residuos (sobre todo plásticos) ha aumentado de manera considerable, y aunque existen programas de reciclaje, la ciudad no muestra mejoras, pudiendo haber dos posibles razones: a muchas personas les importa poco el separar sus desechos o simplemente el acceso a estos programas son limitados yendo solo a sectores adinerados de la capital. Además, otro factor que afecta a nuestra ciudad es el hecho de que por familia muchos tienen hasta 3 carros, con el aumento en el número de transportes en la ciudad, también aumenta el uso de combustibles fósiles los cuales contribuyen al incremento de gases de efecto invernadero.


La transformación de áreas agrícolas y forestales en terrenos urbanos ha reducido la capacidad de la ciudad para captar agua de lluvia, esto, combinado con la expansión de la "mancha urbana", ha incrementado la vulnerabilidad en Xalapa a sequías e inundaciones.

Todos estos cambios han tenido un impacto directo en la calidad de vida. Uno de los problemas más graves es la disponibilidad de agua presente en todas las zonas de la ciudad reduciendo así zonas como áreas verdes y limitando la capacidad de la región para almacenar agua. Esto ha llevado a que muchas comunidades enfrenten cortes de suministro, afectando sus hogares y actividades económicas. Si no se toman medidas para solucionar estas problemáticas, se estima que en las próximas décadas la ciudad podría enfrentar problemas aún más graves de falta de agua, así como un aumento más descontrolado de las temperaturas. 


En el ámbito social, los efectos del cambio climático hacen que exploten desigualdades existentes. Las comunidades más vulnerables (específicamente aquellas que viven en asentamientos irregulares), son las que enfrentan mayores riesgos ante inundaciones, deslizamientos de tierra y falta de agua generando tensiones sociales y petición para tener soluciones urgentes por parte de las autoridades pero dichas solicitudes no reciben respuesta. 

El cambio climático es un problema complejo que combina desafíos globales con problemas locales. Sin embargo, también representa una oportunidad para replantearnos si la relación entre la ciudad y nosotros protege nuestro entorno natural a los ecosistemas, promueve el desarrollo sustentable y fomenta una cultura de respeto por el medio ambiente. Estas son acciones fundamentales para garantizar un futuro habitable para Xalapa. 


La participación en conjunto de nosotros los ciudadanos, científicos, empresarios y autoridades son esenciales para desarrollar soluciones efectivas. Los proyectos que integran conocimientos locales y técnicos suelen tener un mayor impacto y son más sostenibles a largo plazo. Es fundamental proteger las áreas naturales que aún quedan en la ciudad y sus alrededores, así como reforestar zonas degradadas, restaurar los ecosistemas y la captación de agua de lluvia, son ejemplos de iniciativas exitosas que podríamos realizar. 


La expansión de la ciudad debe realizarse de manera ordenada y respetando el medio ambiente. Esto implica integrar árboles y espacios verdes en los nuevos desarrollos urbanos, podemos fomentar el uso de tecnologías que reduzcan el impacto ambiental, como techos verdes y sistemas de captación de agua

 Es necesario e importante sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Esto incluye fomentar prácticas como el reciclaje, el uso eficiente del agua y la reducción del consumo de plásticos. La educación ambiental también es muy importante ya que puede crear una cultura de respeto hacia los recursos naturales y un compromiso colectivo para protegerlos. 


Las autoridades locales deben implementar y hacer cumplir leyes que protejan el medio ambiente y regulen el crecimiento urbano. Esto incluye limitar la expansión en áreas de alto valor ecológico, promover el uso de energías renovables y sancionar actividades que dañen el entorno natural.  

A pesar de los desafíos, Xalapa tiene el potencial de cambiar los efectos del cambio climático si se adoptan medidas efectivas y sostenibles de inmediato. Si bien los retos son grandes, el compromiso de todos puede marcar la diferencia. Solo con esfuerzos coordinados será posible revertir el daño y construir una ciudad resiliente que pueda enfrentar los desafíos del cambio climático mientras protege su riqueza natural y su calidad de vida. 


Sab Gámez.

 
 
 

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